domingo, 22 de noviembre de 2009

Los colores de tus emociones











Publicado por: Patricia Sandino Ch.



La próxima vez que te quedes callada porque eres “muy educada” y no expreses lo que estás sintiendo, pregúntate si en un exceso de buenos modales estás reprimiendo tus emociones para no contrariar a otros.
Muchas veces es difícil expresar algunos sentimientos que hemos aprendido que son “malos” y nos hacen sentir incómodas, como el miedo o el enojo. Sin embargo, sin las emociones viviríamos una existencia en blanco, negro y grises, como las antiguas películas del cine.

Quizá recuerdes una película de hace algunos años llamada Amor en colores, en la cual la protagonista iba descubriendo e identificando una gama de sensaciones que la hacían empezar a ver el color de las cosas. Entonces, las monótonas imágenes en blanco y negro comenzaron a pintar la pantalla de todos los colores, como si un arcoiris pasara sobre ellas y las iluminara.

Así es en la realidad. Las emociones le dan color a la vida y no son ni buenas ni malas, son simplemente un movimiento de energía en el organismo que nos quiere decir algo, que nos ayuda a conocer nuestras necesidades y nuestros deseos. Por ejemplo, el enojo que me produce que alguien se meta en la fila donde estoy formada, está relacionado con mi necesidad de respeto y de justicia. O cuando me alegro porque me hablan mis amigos a felicitarme en mi cumpleaños, es porque realmente deseaba ser recordada o reconocida por ellos.

De acuerdo con los estudiosos del comportamiento humano hay cinco emociones básicas que mueven al ser humano: alegría, tristeza, miedo, enojo y afecto. ¿Por qué estas cinco y no más? Esta clasificación está basada en las expresiones faciales que son reconocidas por personas de diferentes culturas en todo el mundo y por tanto, se pueden considerar innatas y universales. Por ejemplo, el gesto agresivo de apretar la mandíbula y enseñar los dientes está reconocido en todas partes como enojo, igual que el miedo y la tristeza producen gestos muy característicos e identificables.
Con este criterio, hay investigadores que consideran otras dos emociones como básicas: vergüenza y sorpresa, con las que sumarían siete. Ya sean cinco o siete, se consideran primarias porque son como el azul, el rojo y el amarillo de los sentimientos, a partir de los cuales surgen todas las combinaciones que dan intensidad y vida a nuestras experiencias.

Por otro lado, la costumbre de negar o reprimir los sentimientos nos puede enfermar físicamente provocando migrañas, trastornos digestivos, dolores de espalda, etc. Puede causar problemas como comer en exceso o no comer, beber compulsivamente o consumir drogas.

O sea que el asunto es serio, pero la buena noticia es que puedes empezar desde hoy a poner atención a tu cuerpo para reconocer lo que estás sintiendo y expresarlo adecuadamente, porque continuar con el hábito de ignorar o reprimir las emociones, francamente tiene un costo muy alto, ¿no crees? Más vale que la gente diga “Qué mal educada, ¿viste cómo se enojó?” a que digan “Ay pobrecita, tan buena ella y con esas migrañas tan terribles”.

Y tú, ¿reprimes tus emociones?


Subscribe to Los colores de tus emociones by Email

Los colores de tus emociones

Publicado por: Patricia Sandino Ch.



La próxima vez que te quedes callada porque eres “muy educada” y no expreses lo que estás sintiendo, pregúntate si en un exceso de buenos modales estás reprimiendo tus emociones para no contrariar a otros.
Muchas veces es difícil expresar algunos sentimientos que hemos aprendido que son “malos” y nos hacen sentir incómodas, como el miedo o el enojo. Sin embargo, sin las emociones viviríamos una existencia en blanco, negro y grises, como las antiguas películas del cine.



Quizá recuerdes una película de hace algunos años llamada Amor en colores, en la cual la protagonista iba descubriendo e identificando una gama de sensaciones que la hacían empezar a ver el color de las cosas. Entonces, las monótonas imágenes en blanco y negro comenzaron a pintar la pantalla de todos los colores, como si un arcoiris pasara sobre ellas y las iluminara.

Así es en la realidad. Las emociones le dan color a la vida y no son ni buenas ni malas, son simplemente un movimiento de energía en el organismo que nos quiere decir algo, que nos ayuda a conocer nuestras necesidades y nuestros deseos. Por ejemplo, el enojo que me produce que alguien se meta en la fila donde estoy formada, está relacionado con mi necesidad de respeto y de justicia. O cuando me alegro porque me hablan mis amigos a felicitarme en mi cumpleaños, es porque realmente deseaba ser recordada o reconocida por ellos.

De acuerdo con los estudiosos del comportamiento humano hay cinco emociones básicas que mueven al ser humano: alegría, tristeza, miedo, enojo y afecto. ¿Por qué estas cinco y no más? Esta clasificación está basada en las expresiones faciales que son reconocidas por personas de diferentes culturas en todo el mundo y por tanto, se pueden considerar innatas y universales. Por ejemplo, el gesto agresivo de apretar la mandíbula y enseñar los dientes está reconocido en todas partes como enojo, igual que el miedo y la tristeza producen gestos muy característicos e identificables.
Con este criterio, hay investigadores que consideran otras dos emociones como básicas: vergüenza y sorpresa, con las que sumarían siete. Ya sean cinco o siete, se consideran primarias porque son como el azul, el rojo y el amarillo de los sentimientos, a partir de los cuales surgen todas las combinaciones que dan intensidad y vida a nuestras experiencias.

Por otro lado, la costumbre de negar o reprimir los sentimientos nos puede enfermar físicamente provocando migrañas, trastornos digestivos, dolores de espalda, etc. Puede causar problemas como comer en exceso o no comer, beber compulsivamente o consumir drogas.

O sea que el asunto es serio, pero la buena noticia es que puedes empezar desde hoy a poner atención a tu cuerpo para reconocer lo que estás sintiendo y expresarlo adecuadamente, porque continuar con el hábito de ignorar o reprimir las emociones, francamente tiene un costo muy alto, ¿no crees? Más vale que la gente diga “Qué mal educada, ¿viste cómo se enojó?” a que digan “Ay pobrecita, tan buena ella y con esas migrañas tan terribles”.

Y tú, ¿reprimes tus emociones?